ATENCIÓN TERAPEUTICA INDIVIDUAL: un profesional trabaja de forma individual con la persona atendida, su familia y su entorno.
En Sentira entendemos por intervención infantojuvenil, las prácticas dirigidas a proporcionar calidad de vida al niño y niña, adolescente o joven, aumentando sus competencias, basándonos en los apoyos naturales y aprovechando las oportunidades. Se propone un plan de apoyo individual centrado en capacitar al menor y a su familia para alcanzar una vida de calidad.
TERAPIA FAMILIAR: en nuestro compromiso con el bienestar familiar, no podemos dejar de lado la grandísima importancia de atender el cuidado y fortalecimiento de padres y madres que se enfrentan al desafío extraordinario de tener un hijo o hija con necesidades específicas.
Abordamos temas como la aceptación de la situación real, apoyo en el diagnóstico o en el manejo de las preocupaciones futuras, el fortalecimiento de la resiliencia familiar, mejora de la comunicación o relaciones intrafamiliares, reducción del estrés parental y fomento del bienestar individual.
TALLERES Y GRUPOS DE OCIO: son espacios de atención terapéutica grupal donde, además de seguir evolucionando y trabajando las necesidades individuales de cada miembro, destacamos los beneficios que genera la relación en grupo, es decir, tener espacios para disfrutar y pasarlo bien con otros compañeros y compañeras.
Algunas de las actividades que solemos hacer son: taller de música y movimiento, salidas a merendar o cenar a cafeterías o restaurantes de la ciudad, talleres concretos de temáticas relacionadas con las festividades (Halloween, Navidad, Carnaval…), ir al cine y actividades culturales o taller de cocina.
SENSIBILIZACIÓN Y FORMACIÓN EN LOS CENTROS EDUCATIVOS: entendemos la sensibilización y la formación cómo un pilar fundamental para avanzar como sociedad. Lo ofrecemos tanto para los alumnos y alumnas como para la comunidad de docentes y también para las familias.
En primer lugar, nuestro objetivo es hacer visible la realidad humana como diversa aprendiendo a mirar la diferencia como un valor; en segundo lugar, ir logrando progresivamente cambios en las creencias, actitudes y conductas, es importante que se conozca la pluralidad y poder ofrecer un trato adecuado y facilitador para todas aquellas personas que lo requieran, huyendo tanto de la discriminación como de la sobreprotección o infantilización.